Vamos a referir el origen que se atribuye a la imagen de la Virgen de Concepción que año con año despierta tanta devoción entre los granadinos.
Es un relato que se ha venido transmitiendo de generación en generación hasta nuestros días, sin que haya nada contrario que se oponga a esa piadosa tradición, conservada - como decimos- de padres a hijos.
Cuentan las crónicas de esta vieja Sultana del Gran Lago que allá, en un día no se sabe que año, tras unas lavanderas que estaban en la costa de nuestro lago, vieron venir una caja que flotaba entre las aguas, sin hundirse como si estuviese vacia.
El hecho debe de hebr ocurrido por los años de 1712. La fecha podía fijarse entre los siglos XVII y principios del siglo XVIII. Lo cierto es que mientras las mujeres estaban lavando, de pronto, apareció junto a ellas una caja de madera la que, al quererla traer hacia la orilla, se alejaba lago adentro.
Intrigadas aquellas lavanderas fueron a contarle a los frailes del Convento de San Francisco lo que habían visto con sus propios ojos, para que con sus exorcismos conjurara aquello al parecer diabólico.
Provistos los frailes de hisopos, y llevando el cordón de nuestro Padre San Francisco bien sujeto a la cintura, salieron los padres del Convento seguidos por aquellas sencillas lavanderas que los condujeron al lugar de la playa donde habían visto flotar la caja, la que se dejó sujetar por los frailes con los cordones que amarrados a sus cinturas llevaban, y con suma facilidad, dócilmente, fué arrastrada a la orilla.
llevando a tierra el misterioso objeto y abierto por los intrigados frailes, ayudados por algunos varones que se habían agregado al grupo, éstos contemplarón, asombrados, que el cajón contenía una imagen de la Virgen, primorosamente tallada en madera, teniendo en sus brazos al Niño Jesús y con la luna por escabel a sus pies.
Nunca se ha podido saber el motivo de la presencia de esta imagen en las costas de Granada, aunque es posible colegir que fuera el resto de un naufragio y que las corrientes con vientos del Este arrastraron por el Río San Juan o el Desaguadero, hasta Granada.
Los franciscanos dieron cuenta del hallazgo al Cura de la ciudad y los capitulares, o quizá al señor Obispo que residia de ordinario ás tiempo en Granada que en su Sede por razón de haber aquí más número de familias españolas y por la facilidad de la comunicación marítima. estos decidieron que la imagen fuera venerada en la iglesia parroquial y que, como traía la media luna, debía ser llamada la Concepción de María. (Todavía no estaba definida como dogma de fe el misterio de su pura Concepción; pero los pueblos cristianos, por instinto, lo tenían como norma de fe).
El Castilo de la Concepción se llamaba la Fortaleza sobre el Río San Juan que libró Granada, más de una vez, de ser destruida y saqueada por los piratas ingleses. Esa devoción tan extendida en España y sus colonias, debe haber influido para invocar a la imagen encontrada con el título de Nuestra Señora de Concepción.
LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
Desde muy antiguo se celebra en. Palestina una fiesta para conmemorar la CONCEPCIÓN DE MARÍA, pero no se afirmaba que hubiese sido concebida sin pecado original. Hasta que el PAPA Pío IX, el 8 de Diciembre de 1854 declara como dogma de Fe. La iglesia conmemora a la Santísima Virgen Bajo su advocación de María.
De la Virgen María, una señal grandiosa apareció en el cielo, una mujer con el sol por vestido, la luna bajo sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas. Dogma promulgado por el PAPA XII, el 1° de Noviembre de 1950. "La siempre Virgen María fue asuQta o en cuerpo y alma a la gloria del cielo al terminar su vida mortal".
La virgen es una tradición del pueblo nicaragüense y mayos mente radicado en la ciudad de León, dándose el primer grito de la gritería en el barrio de San Felipe.
GRITERÍA DE PENITENCIA
El 14 de Agosto se celebra la griteria en víspera de la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María. La estableció el Obispo de León Dr. Isidro Augusto Oviedo en ocasión de la quinta erupción del Cerro Negro, desatada el 14 de Julio de 1947. El Cerro Negro en esta ocasión recobraba día a día más fuerza, la arena era persistente, el volcán lanzaba lava, piedras incandescentes, fuego y rugidos atemorizantes, la gente huía del lugar, se cubría con paraguas, anteojos, turbantes, etc. Se pensó que la misma Catedral iba a sufrir en ella una catástrofe si no le botaban la arena que ya acumulaba en el techo. Se organizaron procesiones de rogativas con la imagen de la Virgen implorando la intersección delante de su bendito hijo. Es desde entonces que se celebra la Gritería Chiquita.
martes, 18 de mayo de 2010
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